El musical clásico estadounidense se basa en la síntesis de acción, música y baile. Por lo general, el musical español carece de esa síntesis por lo que, desde un punto de vista hollywoodiense, se trata más bien de un cine ilustrado con canciones. Eso no significa que las escenas musicales del cine español sean forzosamente simples o sencillas. Algunos de los episodios musicales del cine ibérico poseen gran fuerza y sofisticación. Sirva como ejemplo el musical "Embrujo", cuyas coreografías se realizaron adscribiéndose al movimiento surrealista de la vanguardia cinematográfica europea. También se encuentran cuidadas coreografías en las cintas La nueva Cenicienta (19644) yAcompáñame (1966). En casos particulares, se advierte el influjo del cine musical estadounidense. Es el caso de las coreografías de Todo es posible en Granada (1954), Diferente (1961) o Como dos gotas de agua (1963), pero el grueso del conjunto musical de la filmografía hispana tiene raices y estilo español.
El cine musical español tuvo una creación y desarrollo independiente con respecto al estadounidense. Los puntuales musicales del resto de cinematografías occidentales tuvieron su razón en la mímesis o influencia del norteamericano. El español, por contra se creó y fue formando como respuesta a los gustos locales del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario